Correa de distribución: qué debe saber

La correa de distribución es el elemento del motor que conecta el cigüeñal con el árbol de levas, sincronizando los movimientos para que la combustión de los cilindros se lleve a cabo en el momento exacto.

La correa de distribución o correa dentada es una de las piezas mecánicas más importantes de un vehículo. La posibilidad de que se dañe o se rompa puede conllevar a graves problemas en el motor, por lo que es fundamental conocer y comprobar, de vez en cuando, su estado.

Comprobar el estado de la correa de distribución

Estas correas están fabricadas con materiales de gran resistencia y alta calidad, como goma reforzada con nylon. Una combinación que asegura una larga durabilidad. No obstante, es importante comprobar periódicamente la correa del vehículo y cambiarla pues su durabilidad es limitada y viene condicionada por los kilómetros y el paso del tiempo.

Lo primero que debemos saber es donde se encuentra, para quienes no conocen mucho de motores o autos se encuentra en la parte frontal hacia el lado derecho, dentro de una cubierta de plástico protectora, que se puede retirar con clips o tornillería.

Una vez tenemos acceso a la correa, debemos comprobar visualmente el desgaste de la correa, las marcas del fabricante, numero de referencia y letras de fabricación, por el uso pueden estar borradas, también debemos verificar que no tenga presencia de aceite y debemos corroborar si presenta grietas o presencia de hilos o alambres, lo que nos indica que ya está de cambio.

El último paso es comprobar la tensión de la correa ya que esta debe estar firme en todo momento y el desgaste de los dientes y la forma en la que se acoplan a la correa.

¿Qué pasa si se rompe la correa?

Una avería de este tipo puede provocar daños graves en el motor. Si la correa se rompe el cigüeñal y el motor no giran de forma acompasada. Los pistones chocan contra las válvulas del motor, y lo más probable es que ambos componentes se rompan o doblen. Incluso puede afectar a la culata. La reparación puede salir muy cara, por eso es vital cambiar la correa antes de que se rompa.

Síntomas de una correa en mal estado

• Signos de desgaste sobre la correa: dientes mellados, grietas en la superficie, sequedad en la goma o falta de tensión.
• Ruidos extraños
• Vibraciones parásitas
• Dificultad a la hora de arrancar
• Fugas de aceite
• Excesivo humo expulsado por el escape
• Como hemos visto, si la correa se rompe o se suelta los cilindros no realizan la combustión en el momento adecuado.
• Notaremos problemas con la ignición y la propulsión del auto. Hay que parar inmediatamente para no dañar aún más el motor.

¿Cuándo hay que cambiar la correa de distribución?

Al ser un elemento que tiene durabilidad limitada, es importante acudir a las indicaciones del manual de mantenimiento del vehículo, ya que cada fabricante establece un tiempo de duración determinado. Este suele durar entre los 4 y los 6 años, lo cual equivale a entre 60000 y 160000 kilómetros.

Sin embargo, el desgaste puede producirse antes de tiempo o romperse de imprevisto haciendo que el motor de nuestro vehículo sufra una avería muy grave. Es por ello que, para evitar posibles averías, es importante comprobar el estado de la correa de distribución y revisarla de forma periódica.

Tensor de distribución

Los tensores de correa son un componente extremadamente importante para el correcto funcionamiento de un sistema de transmisión por correa de accesorios. La función de un tensor es la de mantener en todo momento la cantidad de tensión correcta de la correa a lo largo de su ciclo de servicio. También ayuda a proteger otros componentes como, alternadores y bombas de agua frente a tensiones innecesarias y fallos prematuros. Además, un tensor es un componente cuya sustitución es relativamente barata. Por lo tanto, cada vez que sustituya una correa acanalada, asegúrese de sustituir también el tensor.

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¿Qué pruebas se deben realizar a una correa de distribución?

• Inspección visual de la correa: desgaste del perfil de la correa, desgaste de los bordes, daños en la parte posterior de la correa, grietas/desgarros.
• Comprobar la tensión de la correa
• Comprobar la alineación de todas las poleas de distribución y de la correa de distribución.
• Compruebe si todas las piezas móviles de la transmisión (especialmente los engranajes) están desgastadas o dañadas.
• Comprobar la inercia de rodillos y poleas, comprobar el juego de los rodamientos de las piezas giratorias.
• Compruebe si hay suciedad o cuerpos extraños en la transmisión por correa.
• Compruebe si hay fugas de aceite en el tren de válvulas, el cigüeñal, la bomba de agua, etc.

¿Qué pasa si no se cambia la correa de distribución?

Una correa de distribución que haya superado el intervalo de sustitución recomendado puede desgarrarse y, cuando esto ocurre, se pierde la sincronización entre pistones y válvulas, lo que permite que el motor se alimente y respire. La correa de distribución garantiza la correcta sincronización de los pistones y las válvulas. Por lo tanto, si esta sincronización se interrumpe por la rotura de una correa, pueden producirse daños en las válvulas, las bielas, la perforación de los pistones o la destrucción de todo el motor, según los casos.

¿Cuánto cobra un mecánico por cambiar correa de distribución?

Por término medio, tendrá que pagar unos 400 USD por la sustitución de la correa de distribución en un concesionario. Por supuesto, esto depende del coche, del taller y del país en el que te encuentres, ya que el coste puede ser mayor o menor.